5/2/2019 8:08:12 PM | NBA MANIACS
Horford y cuatro más
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BOSTON.-
Al Horford es el jugador que todo entrenador, aficionado, jugador, mascota, presidente o general manager querría tener en su equipo.
Esto es algo que sabemos durante todo el año, pero cuando llegan los playoffs se hace todavía más evidente. Es el momento de la temporada en el que más brillan jugadores como el dominicano. Estamos viendo un caso similar, por ejemplo, con Marc Gasol en los Raptors.
La postemporada exige un mayor nivel defensivo, una mejora en la toma de decisiones y una madurez para gestionar la presión que supone competir al máximo nivel contra los mejores.
Al Horford está como en casa ahí. Es su terreno.
Y lo demuestra cada año.
Lo hace todo
Las estadísticas jamás reflejarán todo lo que hace el jugador de los Celtics cuando está en cancha. Es necesario verlo en acción, durante un partido completo, para entender la importancia que tiene dentro del esquema de la franquicia de Boston.
Sus dos primeros partidos contra los Bucks han sido de película. Sobre todo el primero, dejando a Giannis en un 30 por ciento en tiros de campo y sin posibilidad de encontrar al aro con facilidad. Algo a lo que el griego no está acostumbrado.
A pesar de que los números no estén ni cerca de mostrar su valor real en pista, sí que reflejan la efectividad que caracteriza su juego noche tras noche.
En el momento más importante del curso, cuando tienes que ganar o te vas a tu casa, Horford está impresionante.
El dominicano sabe muy bien cuáles son sus tiros y rara vez se precipita tomando decisiones. Además de eso, captura rebotes, sube el balón botando como si fuera un base, reparte juego y, por supuesto, defiende como un auténtico enfermo.
Un ejemplo ideal de cómo utilizar a la perfección tu altura y envergadura para ser lo más productivo posible.
Un impacto impresionante
Todo esto que hemos hablado hace que los Celtics sean un equipo diferente con y sin Horford. En estos playoffs, la franquicia de Boston es +20 puntos mejor cuando el dominicano está en cancha. Una auténtica barbaridad.
Se trata, sin duda, del jugador con más impacto en el rendimiento de los suyos. Y lo hace en silencio, sin llamar la atención, sin exigir protagonismo. El líder perfecto para tu equipo.
Por ello, si tuviéramos que crear una plantilla desde cero y el objetivo fuera competir contra los mejores, lo mejor que podríamos hacer es rezar por el tener al bueno de Al con nosotros.
Horford y cuatro más.