1/6/2019 11:11:14 PM | Prensa Lidom
Árbitros de Lidom reparten juguetes por el Día de Reyes
Llenos de sonrisas y con desbordante entusiasmo
SANTO DOMINGO.-
Los árbitros de la Liga de Béisbol Profesional de República Dominicana (Lidom) abandonaron por unas horas los terrenos de juego.
Como buenos Reyes Magos, la mañana de este sábado los ampáyeres salieron cargados de juguetes para hacer felices a niños y niñas en Santo Domingo Este y el Distrito Nacional.
Llenos de sonrisas y con desbordante entusiasmo, los jueces de la Lidom, a propósito de la celebración este domingo del Día de Reyes, se trasladaron hasta la Casa Hogar San Francisco de Asís en la Autopista de San Isidro y horas después visitaron a los menores ingresados en el Hospital Infantil Doctor Robert Reid Cabral.
Se trató de una iniciativa de los árbitros norteamericanos en alianza con sus colegas dominicanos que contó con el total respaldo del presidente de Lidom, Vitelio Mejía Ortiz.
En estos dos lugares, la especial comitiva de Lidom no solo entregó juguetes a niños y niñas, sino que también pudo intercambiar impresiones con los infantes, sus familiares y los responsables de ambas entidades. Rufo, el Tiguerito y el Torito, mascotas de los Leones del Escogido, Tigres del Licey y Toros del Este, respectivamente, ofrecieron un matiz aún más infantil y colorido a la entrega de juguetes, gracias a sus jocosidades que hicieron sonreír a más de un pequeño.
El grupo de jueces que imparte justicia en el campeonato invernal dominicano quedó visiblemente contagiado por la alegría que mostraban los niños y niñas al momento de recibir los regalos.
Rafael Uribe y Berman Mejía, supervisores de árbitros de la Lidom, también participaron de la actividad infantil.
En el Hospital Robert Reid Cabral, la comitiva de Lidom fue recibida por la directora de ese centro de salud, la doctora Nereyda Solano, quien guio a los visitantes por las diferentes áreas de ese complejo médico. Además de la entrega de juguetes, los árbitros de Lidom intercambiaron impresiones con los familiares de los niños y niñas ingresados, quienes no perdían tiempo para tomar fotos desde sus teléfonos inteligentes.